Vivimos más pero, si queremos tener un envejecimiento saludable, es imprescindible adquirir buenos hábitos.
Por primera vez en la historia, la mayor parte de la población tiene una esperanza de vida igual o superior a los 60 años. Según este informe sobre envejecimiento y salud publicado por la OMS, la Organización Mundial de la Salud, entre 2015 y 2050, el porcentaje de los habitantes del planeta mayores de 60 años casi se duplicará, pasando del 12 % al 22 %.
La ampliación de la esperanza de vida ofrece oportunidades para la sociedad en su conjunto. En estos años de vida adicional, según explica la OMS, “se pueden emprender nuevas actividades como continuar los estudios, iniciar una nueva profesión, retomar antiguas aficiones o desarrollar nuevas. Además, las personas mayores contribuyen a sus familias y comunidades de muchas formas.”
No obstante, el alcance de estas oportunidades y contribuciones depende en gran medida de un factor: la salud. De ahí la importancia del envejecimiento saludable. A continuación desglosamos las 5 claves para el envejecimiento saludable de nuestros abuelos.
Las 5 claves para el envejecimiento saludable
La genética, el entorno donde se ha vivido o las características personales como el sexo, la etnia o el nivel socieconómico son circunstancias que influyen de forma clara en el proceso de envejecimiento.
Factores como el lugar en el que se vive durante la niñez tienen, según la OMS, una relación estrecha con el establecimiento y mantenimiento de hábitos saludables, la principal herramienta para un buen envejecimiento y sobre la que pivotan las 5 claves que vamos a enumerar a continuación. Así, el mantenimiento de hábitos saludables a lo largo de la vida contribuye a reducir el riesgo de padecer enfermedades no transmisibles y a mejorar las facultades físicas y mentales.
1. Llevar una dieta equilibrada. Una buena nutrición es esencial para conseguir un envejecimiento saludable. Si sigues buenos hábitos alimenticios desde joven, será más sencillo. Pequeños cambios como reducir las grasas y aumentar el consumo de frutas, verduras y fibra hará que la persona mayor se sienta y envejezca mejor.
2. Realizar actividad física periódica. Con la edad los músculos y los huesos se van debilitando. Realizar de forma regular ejercicio físico adaptado y personalizado es fundamental para mantener la masa muscular y retrasar la sensación de debilidad y dependencia.
3. Potenciar la actividad intelectual. Además de ejercitar el cuerpo, es necesario ejercitar también la memoria. Mens sana in corpore sano. Realizar ejercicios de memoria sencillos como memorizar teléfonos hará que el cerebro esté en forma durante más tiempo.
4. No fumar. Y minimizar el consumo de alcohol. En el fondo nos referimos a dejar los malos hábitos. Es bien sabido que hábitos perjudiciales como el consumo de tabaco o alcohol aumenta el riesgo de padecer enfermedades que deterioran la salud física y mental.
5. Mantener las relaciones sociales. Crear y mantener relaciones positivas con familiares, amigos y colegas es esencial. Hay que tener en cuenta que la soledad es un factor de riesgo para enfermedades como la depresión. Actividades como jugar a las cartas, ir a tomar un café o un té con los amigos u organizar planes con la familia, entre otros, ayudan a mantener una vida social activa.
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