Miedo al envejecimiento: cómo entenderlo y disfrutar de la vejez

El miedo al envejecimiento, conocido también como gerascofobia, es un temor típico de nuestro tiempo y nuestra sociedad. En este artículo te contamos cómo entenderlo y te damos algunos consejos para disfrutar de hacernos mayores.

Cuando somos niños estamos deseando hacernos mayores y cuando somos mayores tememos envejecer. ¿Qué ocurre con el miedo al envejecimiento? Es curioso cómo el hecho de cumplir años no es grato para todo el mundo y en muchas ocasiones no se disfruta de la edad, sea cual sea.

Por qué se sufre miedo al envejecimiento

Por lo general, los sentimientos negativos hacia el envejecimiento parten de estereotipos que se han ido generando en torno al mero hecho de hacerse mayor, dando lugar a afirmaciones como, “la gente mayor es menos aventurera”, “tienen ideas anticuadas”, “se olvidan de las cosas”, “tienen arrugas”, “se quedan solos”, etcétera. Es decir, está ligado a aspectos como la soledad, la tristeza y la enfermedad.

El miedo al envejecimiento también tiene otras causas evidentes como el temor a no haber hecho todo lo que se quería, la idealización de la juventud, la dependencia y falta de movilidad, o el peso del pasado por encima de lo que aún nos queda por vivir, entre otros.

Sin embargo, todas estas causas tienen su parte de razón y de sin razón. Evidentemente, cuando uno se hace mayor corre el riesgo de empezar a perder la memoria, ver marchar a los suyos y mostrar signos de la edad como las arrugas, pero no tiene por qué ser síntoma de debilidad o fragilidad, sino todo lo contrario,  de experiencia y sabiduría. Todo depende del prisma desde el que se mire y cómo se enfoque.

A su vez, el estado, tanto físico como mental, de una persona mayor puede distar mucho de un individuo a otro. Por lo tanto, no se puede generalizar ni creer que todo nos va a ocurrir a nosotros, a medida que vayamos cumpliendo años. 

De hecho, cometemos el error de sorprendernos cuando una persona mayor anda en bicicleta, utiliza dispositivos móviles o es capaz de mantener una conversación fluida e interesante con la que sorprendernos. Como si fuera una excepción o un caso extraño, cuando en realidad no lo es. ¿Por qué? Por los estereotipos, como decíamos, que se han ido creando en torno a la edad y la idea errónea de que cuando nos hacemos mayores perdemos vitalidad.

Ahora bien, la teoría es alentadora, pero ¿cómo podemos hacer frente al envejecimiento?

Cómo superar el miedo al envejecimiento, 7 consejos básicos

A veces las cuestiones más obvias son las que antes olvidamos. Pero en el sentido común está las clave de estos siete consejos para aprender a cumplir años.

Entender el ciclo vital

El ciclo vital se compone de cuatro etapas: infancia, juventud, adultez y vejez. Todas ellas con sus ventajas y desventajas, por lo tanto hay que aprender a disfrutar de cada una de estas fases de la vida; ninguna es mejor ni peor.

Cuestión de actitud

Aunque el tiempo pasa para todos, no nos afecta de la misma manera y la actitud suele jugar un papel importante. Como dice el proverbio chino: quien teme sufrir sufre de temor.

Para poner en práctica este consejo se recomienda hacer cosas que de verdad nos gusten y apasionen. Así como entender el envejecimiento como un privilegio y no confundirlo con falta de ilusión. Una persona mayor puede tener la misma ilusión que cuando era joven y el rostro no tiene por qué acompañar al espíritu.

Centrarse en aspectos y pensamientos positivos

Cuando uno llega a una edad se conoce mejor que nunca, ha adquirido experiencia, sabiduría… Son razones más que suficientes para quererse a uno mismo y tener seguridad y autoestima.

Es primordial centrarse en aspectos positivos, sentir que uno ha llegado hasta donde ha llegado viviendo su vida y teniendo experiencias, razón más que suficiente para sentir orgullo y felicidad.

Llevar una vida saludable

Un estilo de vida acorde con la edad, acompañado de una buena alimentación y otros hábitos saludables, como salir a andar, afectarán positivamente al estado de ánimo y te harán sentir mejor. El ejercicio físico, por ejemplo, evitará la anquilosis física (falta de movilidad en las articulaciones) y mental.

El tiempo

Ese enemigo que crees que te falta, es también el que ayuda a las personas a aprender a envejecer. Hay que ser paciente porque el cambio de mentalidad suele ser gradual, no aceptamos que nos hemos hecho mayores de la noche a la mañana, requiere tiempo y paciencia.

Vive el presente

Resulta paradójico que esta mentalidad del ‘carpe diem’ sea un estandarte en la juventud y no cuando más sentido tiene, de mayores. No conviene pensar constantemente en el futuro y generar expectativas que puedan producir ansiedad y/o depresión

Lo ideal es vivir el presente y disfrutarlo; cada día es un regalo y no importa tanto la cantidad como la calidad, así que disfruta de cada experiencia.

El acompañamiento

Y en último lugar, resulta crucial el acompañamiento. Rodearte de tus seres queridos o de otras personas en la misma fase del ciclo de vida que tú. También es importante recibir los cuidados necesarios cuando somos mayores. Pero para eso ya estamos nosotros, ubikare.