Envejecer de manera saludable, participativa y positiva es más sencillo cuando se apuesta por un envejecimiento activo a través de actividades socioeducativas. ¿Quieres conocer algunas?
¿Qué es el envejecimiento activo?
La OMS define el envejecimiento activo como el proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida según las personas envejecen. La práctica de actividades socieducativas con personas mayores se revela como una herramienta fundamental para alcanzar este fin.
El envejecimiento activo se construye en torno a cuatro factores principales:
- Actividad física.
- Bienestar mental.
- Alimentación saludable.
- Participación social.
En este post vamos a centrarnos especialmente en ese último punto. Y es que las acciones socioeducativas no son únicamente un mecanismo de trabajo con las personas de edad avanzada, sino la suma de diferentes estrategias destinadas a motivar a las personas mayores, y a fomentar su participación, interés, disfrute…
¿Cómo potenciar un envejecimiento activo?
En resumen, podría decirse que el envejecimiento activo permite, por un lado, que las personas desarrollen su bienestar físico, mental y social a lo largo de toda la vida y, por otro, estimular su participación en la sociedad, una vez mayores, acorde a sus deseos, posibilidades y necesidades.
Por eso, se hace necesario la puesta en marcha de prácticas y actividades socioeducativas que desemboquen en políticas, planes y programas destinados a nuestros mayores. Pongamos unos ejemplos:
Excursiones y viajes
Se trata de una magnifica manera de que las personas mayores ocupen y disfruten de su tiempo libre, mediante la participación social y activa en unas actividades que proporcionan una gran satisfacción. Para algunos expertos, este tipo de iniciativas de ocio son de las mejores herramientas para incrementar el bienestar personal de nuestros mayores.
Cursos para un envejecimiento activo
Una vez alcanzada la jubilación, ¿no hay nada más que aprender? En realidad, la pregunta debería ser al revés: ¿no es la jubilación un gran momento para practicar esas aficiones que siempre se han querido realizar, pero que el día a día lo ha impedido?
Hablamos de cursos y talleres de dibujo, pintura, escritura, teatro, baile, centros culturales, hogar del jubilado… pero también de las conocidas como las Aulas de la Experiencia de la UPV o la UNED senior. Iniciativas todas ellas que suponen un espaldarazo a la hora de estimular un envejecimiento activo.
Asociacionismo y otras actividades
El objetivo de conseguir sujetos activos, y no pasivos, en el caso de nuestros mayores se puede obtener también mediante su participación en diferentes ámbitos sociales, económicos, políticos, sociales…
En este sentido, habría que estimular la presencia de las personas mayores en asociaciones, órganos consultivos, o el voluntariado, para que puedan participar así en las cuestiones y decisiones que les afectan.
Una sociedad se hace más justa, cohesionada e igualitaria cuando, en lugar de marginar a las personas de edad avanzada, se beneficia de su saber, experiencia y trayectoria. La recompensa es enorme. Sirva como ejemplo, de actualidad, el hecho de que tres investigadores que lideran las vacunas más prometedoras en España contra la COVID-19 son jubilados.