El Alzheimer es una enfermedad degenerativa que exige de una atención constante; los familiares necesitan una formación previa para poder atender a su ser querido.
Más de 1,2 millones de personas en España sufren Alzheimer y otros tipos de demencia: personas que requieren de cuidados diarios y continuos. De hecho la demencia es la primera causa de dependencia entre mayores y esto desestabiliza a las familias.
Su tratamiento con profesionales puede hacer más llevadera la enfermedad a la persona y a sus familiares. Los profesionales de ubikare acompañan y tutorizan para poder realizar los mejores cuidados incluso en el propio hogar.
El Alzheimer y otras demencias son, a día de hoy, enfermedades degenerativas, progresivas y crónicas. Reducen la autonomía personal del afectado y, conforme avanza, necesita ayuda para realizar tareas cotidianas. Por eso cuanto antes se detecte, antes se iniciarán los cuidados para personas con Alzheimer con los que frenar al máximo el avance de los síntomas.
Formación y apoyo a los familiares
La demencia exige a la familia unos cuidados y una atención que a menudo desconocen. Es necesaria una formación y un asesoramiento continuo para atender al enfermo. Pero el familiar tampoco debe descuidar su propia vida y sus relaciones sociales.
El ingreso en residencias no siempre es la solución. Existen expertos que orientan y apoyan al cuidador principal: asesoran en la gestión de las crisis, facilitan el trabajo y, al mismo tiempo, ayudan a cuidar al ser querido en su propia casa. El usuario está siempre atendido por expertos, que comparten con la familia la evolución de la enfermedad y los mejores tratamientos para cada momento.
Cuidados en higiene personal
La higiene personal de la persona afectada es el cuidado más básico y necesario. En los primeros grados de la enfermedad hay que trabajar con ella para que mantenga su propia higiene y no se le olvide. Conforme avanza la demencia el cuidador recibirá la formación necesaria. Tendrá que estimular la circulación sanguínea y evitar la aparición de úlceras.
Cuidados para estimular el cerebro
La Estimulación Cognitiva aprovecha la capacidad del cerebro para modificar su funcionamiento. No se trata de recuperar las capacidades perdidas, sino de trabajar para disminuir el avance de la enfermedad. En realidad cualquier actividad diaria supone una estimulación para el cerebro, pero hay ejercicios específicos que se pueden trabajar en casa.
Con el asesoramiento de un profesional cualquier familiar puede ayudar a ejercitar el cerebro del ser querido: profesionales de la neuropsicología de Ubikare analizan cada caso de forma individual para buscar las mejores intervenciones.
Entre las estimulaciones más básicas están recordar qué hizo ayer, colaborar en el mantenimiento y orden de la casa, ayudar en la cocina, escribir, leer, debatir sobre un programa de TV o realizar un crucigrama. Ejercicios cotidianos que estimulan dentro del propio hogar.
Para los grados más avanzados de demencia se entrenan habilidades de la vida diaria: desde coger los cubiertos o elegir las prendas de vestir hasta gestionar su continencia urinaria.
Afrontar los cambios de personalidad
La demencia conlleva a menudo cambios psicológicos y de conducta. La persona puede sufrir ansiedad, depresión, insomnio o incluso estar más irritable. Cambios de humor que sufren especialmente las familias, que no saben cómo reaccionar.
Este síntoma es, a menudo, causa de ingreso en residencias de muchos mayores. Aunque, con una orientación profesional, es posible prever estos cambios de humor y saber cómo actuar. En ubikare contamos con profesionales que orientan a la familia para que la personas afectada pueda seguir viviendo en su domicilio.
Musicoterapia y ejercicio físico
Existen multitud de terapias para trabajar con el ser querido las tareas más básicas. Cuidados con los que ejercitar el cerebro e incluso realizar ejercicio físico adaptado al grado de evolución de la enfermedad.
La musicoterapia activa en el enfermo el ritmo, los sonidos, las letras, las emociones o los recuerdos. Es un proceso de acompañamiento en el que el cerebro se reactiva con música. No se trata solo de enseñarle a cantar, a seguir el ritmo o recordar alguna canción antigua: es un proceso integral para mejorar la calidad de vida del enfermo.
El ejercicio físico también reactiva el sistema nervioso: andar o desplazarse en el propio hogar es el ejercicio más sano y sencillo. Pero también puede haber otros ejercicios para trabajar con los brazos, las manos o las piernas. En ocasiones se complementa también con la fisioterapia y los masajes.
Cuidados nocturnos
Todos estos cuidados y actividades deben adaptarse al grado de evolución de la enfermedad. ubikare realiza el seguimiento constante de las necesidades. En los grados más elevados de dependencia también ofrece guardias nocturnas para que los cuidadores familiares puedan descansar durante la noche. Todo para que los cuidados de enfermos de Alzheimer les permitan seguir viviendo en su propio hogar.