La atención paliativa permite a las personas que sufren una condición médica que les acerca a sus últimos días de vida o una enfermedad dolorosa ser atendidos en su hogar.
Cuidados en el hogar
Hablamos de una situación en la que, a la hora de prestar los cuidados necesarios, las familias necesitan de apoyo externo profesional. Gracias a este apoyo se podrá complementar la ayuda médica.
Cada vez más personas deciden recibir la atención necesaria en sus últimos días de vida en la tranquilidad de su propio domicilio, junto a sus seres queridos y recuerdos.
De hecho, se estima que hasta el 80% de los enfermos terminales demandan cuidados paliativos en su casa.
También es elevado el número de pacientes con una enfermedad grave y crónica que desean obtener el tratamiento necesario en la comodidad de su hogar, en lugar de en un centro médico determinado.
A la hora de hacer frente a todas las necesidades que una situación así demanda, se aconseja que las familias se apoyen en cuidadores con experiencia en enfermería paliativa y cuidados. Un equipo profesional como el de Ubikare. Y es que hablamos de un situación de enorme exigencia tanto física como psicológica.
Objetivos
Este tipo de atención persigue ayudar a pacientes con una condición grave para que sean capaces de sobrellevar su situación y mejorar su estado físico y emocional. Esto es, prevenir y tratar de la mejor manera posible los síntomas y efectos secundarios de la enfermedad.
Con los cuidados paliativos en casa se busca aliviar el sufrimiento del enfermo y garantizarle la mejor calidad de vida posible en sus últimos días de vida, y todo ello en su hogar.
Resulta más sencillo visitar a una persona en fase terminal en su hogar que en un hospital, ya que se está menos sujeto a normativas horarias y de otro tipo.
Gracias al acompañamiento de profesionales expertos se tiene la garantía de que cualquier alteración en su estado será atendida de manera inmediata por parte de la persona cuidadora.
Aspectos que incluyen los cuidados paliativos
Las personas que sufren enfermedades graves tienen síntomas no sólo físicos, sino también emocionales. Ven sus vidas afectadas por factores como el dolor, la incomodidad y el estrés, por lo que el desafío es lograr que disfruten del mayor bienestar que sea posible.
Síntomas físicos: tales como dolores de diferentes tipos, falta de descanso, disnea o dificultad a la hora de respirar, pérdida de apetito… Se pueden paliar gracias a la medicación, fisioterapia, y a través de una dieta específica.
Síntomas emocionales: son los que se derivan de cómo afrontar la enfermedad, y entre ellos se encuentra un alto nivel de estrés, miedo, ansiedad, depresión… El mejor modo para tratarlos es mediante la compañía de las familias y los profesionales, y con apoyo psicológico.
Así pues, el apoyo de las familias ante este tipo de situaciones es fundamental, al igual que el contar a la hora de ofrecer los cuidados paliativos en casa con personal profesional sensibilizado y con un grandes dosis de empatía y afecto hacia los enfermos necesitados de este tipo de atención.
