El centro de Atención Integral de ubikare en Vitoria-Gasteiz ya tiene la certificación de establecimiento amigable, cumpliendo las necesidades de las personas mayores, para que puedan seguir desarrollando su vida en su entorno habitual de la forma más autónoma posible.
Esta iniciativa, llevada a cabo por el Gobierno Vasco, se centra en una campaña educativa para ayudar a las empresas a atraer a la clientela de más edad a sus establecimientos y, a su vez, a facilitar la vida de estas personas en su día a día.
Qué es la iniciativa de establecimiento amigable
Las personas de avanzada edad son grandes consumidoras del comercio de a pie, de hecho la media de consumo para las familias de mayores de 60 años es de 96,67 € semanales. Sorprendentemente una cifra superior a la de la población de 16-44 años.
Además, no debemos perder de vista que 2 de cada 10 personas en Euskadi, son personas mayores y se prevé que en 2029 esta cifra ascienda a un ratio de 3 de cada 10. Por lo tanto, esta segmentación de la ciudadanía es una parte muy activa en nuestra economía, a la que no podemos dejar de lado.
Muchos de nuestros mayores encuentran problemas o dificultades a la hora de visitar un establecimiento, hacer la compra o en las consultas rutinarias para temas referentes a la salud. Demandan atención, cercanía y un trato personalizado, ¿y por qué no dárselo? En Euskadi ya nos hemos puesto manos a la obra y en muchos de los establecimientos podrás identificar la pegatina de “Euskadi lagunkoia sustraietatik: Somos amigables / Lagunkoiak gara”.
Cómo puede esta iniciativa facilitar la vida de nuestros mayores
Desde el Gobierno Vasco, de la mano de Euskadi Lagunkoia, apoyan a los establecimientos que participan en esta iniciativa a través de pautas y recomendaciones para prestar un servicio de calidad a todas las personas y en especial a las personas mayores, compensando las necesidades que puedan presentar en diferentes ámbitos como: la pérdida de movilidad, la disminución de la visión y audición o el deterioro cognitivo. Se impulsa el mantenimiento de sus rutinas habituales y que sigan acudiendo a sus establecimientos favoritos.
Vemos algunos de los testimonios que apuntan los clientes y responsables de negocio de nuestros alrededores:
“Las personas que vivimos solas no tenemos la oportunidad de hablar con nadie. El momento de bajar a la compra y hablar con las dependientas es el único momento que tengo para relacionarme.” – Consuelo, 88 años.
“No puedo estar más de 10 minutos de pie. Necesito una silla, banqueta o al menos espacio para poder moverme en la tienda.” – Fran, 86 años.
“Solemos ayudarles a entrar dentro, a sentarse e incluso a veces a probarse y a cambiarse de ropa.” – Dependienta de tienda propia.
“…nada más que bajo las escaleras ya me tienen el pan puesto en el mostrador.” – Dominga, 86 años.
“Todo lo que sea ayudarte, siempre está bien. Que no te pongan barreras para que te caigas.” – Dolores, 82 años.
“El acceso tiene que ser práctico. Un espacio para poder dejar el bastón, carros etc. y necesitamos que el recorrido interior sea fácil, que los productos estén claros, bien situados y con los precios a la vista.” – Responsable de comercio.
“Si el chico ve que estoy eligiendo unas naranjas me dice: Dominga, ¡no elijas que están todas buenas! Siempre muestra un trato amable y cercano.” – Dominga, 86 años.
ubikare también es un establecimiento amigable
Nuestro Centro de Atención Integral de Vitoria ha obtenido la certificación de establecimiento amigable. En solo los 2 años de historia, nos hemos ganado la confianza de nuestros clientes aportando siempre un trato cercano y amable.
Nuestros clientes se sienten arropados por nosotros. Sabemos sus nombres, su historia y les atendemos para que se sientan en un entorno familiar y confortable. De hecho, uno de los valores que más destacan nuestros pacientes es el trato personalizado que ofrecemos según sus necesidades y posibilidades.
Como siempre comentamos en el equipo, la gente de avanzada edad quiere que le atiendas, que le hables, le escuches… en definitiva estar con ellas y ellos. ¿Y por qué no aportar todos nuestro granito de arena? ¡Arropemos a nuestros mayores!