Las fechas previas y posteriores a la Navidad suelen ser fechas complicadas para las personas de edad avanzada: Son muy comunes los problemas de ansiedad en personas mayores antes y después de las fiestas de Navidad. La llamada «cuesta de enero» no es solo económica; también anímica.
La Navidad, una época siempre complicada para las personas mayores
Todos sabemos que la Navidad puede tener dos caras: normalmente es una época de celebraciones y reencuentros, pero para muchas personas estas son más bien unas semanas que, por diferentes circunstancias personales, se asocian al aislamiento y la ansiedad.
Este problema es aún más grave en el caso de las personas mayores, que en general son más vulnerables a la ansiedad y además se ven con más frecuencia en una situación de soledad. Un difícil cóctel al que en 2020 se añadieron las complicaciones creadas por el coronavirus.
La ansiedad en personas mayores en las fiestas de Navidad tiene diferentes causas: el aislamiento que ya hemos mencionado, la nostalgia, la sensación del paso del tiempo, el llamado síndrome de la silla vacía (familiares y amigos que ya no están), etc. Además, la necesidad de mantener la distancia social en una época en la que ellos son más vulnerables que nunca. Todo esto hace que las personas mayores se enfrenten a situaciones de estrés y ansiedad, durante los días de celebraciones y en las semanas posteriores a ellas. Porque la vuelta a la rutina no es sencillo para las personas mayores, tanto en dieta como medicación, niveles emocionales…
¿Cuáles son los síntomas de la ansiedad en personas mayores?
Cada persona mayor puede manifestar este trastorno de distintas maneras, pero existen una serie de síntomas de la ansiedad en mayores que aparecen con mucha frecuencia y son relativamente sencillos de detectar:
- Inquietud o tensión constante.
- Irritabilidad
- Tristeza y melancolía.
- Tensión muscular.
- Trastornos del sueño.
¿Cómo enfrentarse a la ansiedad en personas mayores?
Como ya hemos mencionado, el coronavirus y las limitaciones que nos impone hacen que sea más difícil que nunca brindarles a las personas mayores el apoyo y la cercanía que necesitan en estos días. No obstante, eso no significa que no tengamos opciones:
Mantener el contacto en todo momento
Ya sea por teléfono, por videollamada -si la persona mayor puede-, en salidas controladas al exterior… las personas mayores necesitan contacto, cercanía, que no se puedan sentir solas una vez que han pasado las Navidades. Sea cual sea el medio, y siempre manteniendo las precauciones inevitables, debemos hablar con ellas, hacerlas partícipes de nuestros planes y hablarles del futuro.
Designar a uno o dos contactos de seguridad
Las reuniones y visitas numerosas no están permitidas, pero podemos designar a una o dos personas que pasen tiempo con la persona mayor. Estos contactos deberán tomar precauciones especiales en su día a día para no poner en riesgo a la persona mayor (pruebas PCR frecuentes, limitar salidas, etc.).
Recurrir a un cuidador profesional
Es una solución muy habitual en estas fechas, y este año también una de las más seguras: para evitar que la persona mayor se sienta aislada, podemos contratar a un cuidador que pase tiempo con ella, atienda sus necesidades y le haga compañía.