El paso del tiempo es inevitable, pero envejecer con salud y buena energía es opcional. El ser humano funciona a través de hábitos que, según aquellos que adquiramos, nuestro envejecimiento puede ser sólo una transición en el tiempo o puede provocarnos problemas serios de salud.
Tres rutinas saludables para personas mayores que deberías probar
Mejorar la dieta
Se suele decir que somos lo que comemos, y esto es cierto a cualquier edad. Adoptar rutinas saludables pasa, en primer lugar, por empezar a comer mejor, lo que, por cierto, no quiere decir hacer cambios drásticos en nuestra forma de comer, ni mucho menos empezar a pasar hambre.
Nos referimos a reducir el consumo de azúcar y grasas saturadas, beber más agua y aumentar el aporte de fibra y proteínas. Es recomendable ponerse en manos de un nutricionista experto en dietas de personas mayores para obtener los mejores resultados.
Más actividad física
El movimiento es otra de las claves de la salud para las personas mayores. De nuevo, empezar a hacer ejercicio no significa que debamos hacer proezas físicas agotadoras, sino, simplemente, comenzar a ejercitar el cuerpo a nuestro nivel, a nuestro ritmo.
Paseos, salidas para correr, ejercicios aeróbicos, ejercicios suaves de fuerza para mantener músculos y articulaciones en buenas condiciones… como en el caso de la dieta, puede ser recomendable encargar un plan de entrenamiento o fisioterapia a medida o contratar un entrenador personal.
No te olvides de ejercitar la mente
La actividad mental es incluso más importante que la física. Para mantenernos agudos y entrenar la memoria, es fundamental mantener la curiosidad, leer con regularidad y adoptar nuevas aficiones que supongan retos para el cerebro.
Manualidades, aplicaciones con ejercicios, videojuegos para personas mayores o talleres de todo tipo son solo unos pocos ejemplos del sinfín de actividades que podemos realizar para mantener la mente despierta.
Como vemos, al final el envejecimiento activo y la adopción de rutinas saludables tienen que ver, sobre todo, con no estancarse, con estar en movimiento. El cuerpo y la mente lo agradecerán. Entrenar la memoria es esencial para retrasar enfermedades como el Alzheimer o la demencia.
Además, lo mejor de este tipo de hábitos es que pueden adaptarse a prácticamente cualquier persona, independientemente de su situación o intereses. Siempre hay opciones, por lo que lo único que sobra son las excusas. ¡Pongámonos en marcha!
Envejecimiento saludable: la importancia de los buenos hábitos
Es evidente que el envejecimiento es un proceso inevitable por el que todos vamos a pasar. No obstante, sería un error pensar que envejecer y hacerse mayor implica necesariamente perder calidad de vida.
Quizás nuestro cuerpo no sea igual que a los 20 o a los 30 años, pero lo realmente importante es cómo lo tratemos. Sea cual sea nuestra edad, adoptar buenos hábitos de vida, rutinas saludables, es siempre la clave para mantenernos con salud y en buena forma.
No podemos escapar del paso de los años, pero sí que podemos influir, y mucho, en cómo nos tratan esos años. Además, y relacionado con esto, hay otra idea que es importante entender: nunca es tarde para cambiar de hábitos y rutinas. Las personas mayores que deciden cambiar de vida y adoptan rutinas saludables descubren en muy poco tiempo que su cuerpo puede responder mucho mejor de lo que habrían esperado.